La ciudad de Ica se encuentra en el sur de Perú y está a unas cuatro horas de Lima en autobús, muchas personas visitan esta ciudad por la atracción turística que se conoce como "El Oasis de Huacachina". En el bulevar principal de la Huacachina, hay una estatua de una sirena en un pozo de los deseos.
La razón por la que esta estatua está aquí es porque la leyenda que dice que hay una sirena que vive en la laguna. Existen muchas versiones de la historia, pero todos los finales de la leyenda indican que la sirena sale por la noche, especialmente cuando hay luna llena, para cantar a los hombres solteros que pasan tratando de atraerlos a la laguna.
Una leyenda dice que antes de que Huacachina existiera, había una doncella en el campo que se cepillaba el pelo y se miraba en el espejo. La doncella era una hermosa virgen que tenía un pacto con un dios de que nunca se enamoraría de nadie, ya que él la quería para él solo. Un día, mientras se miraba en el espejo en el reflejo, vio a un cazador y se enamoró ciegamente de él a primera vista.
El dios que todo lo sabe se enteró y la hechizó y la convirtió en una sirena para que nunca pudiera estar con el cazador. Mientras lo hacía, el espejo se estrelló contra el suelo y creó la laguna de Huacachina, y sus túnicas volaron en el viento solo para crear las imponentes dunas que rodean a la Huacachina.
Otra leyenda menciona que, durante los tiempos de los incas, había una mujer joven, algunas historias mencionan a una princesa que estaba enamorada de un príncipe, sin embargo, el príncipe falleció repentinamente. La mujer encontró un lugar donde lloraba y regresaba allí todos los días llorando su ser querido, se dice que estas lágrimas se acumularon en un gran charco de agua y crearon el oasis de la Huacachina.
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